La vida en la Compañía comienza con el noviciado, cuya finalidad es que las novicias conozcan más plenamente la vocación propia de la Compañía, que prueben su modo de vida y que conformen la mente y el corazón con su espíritu.

El tiempo de votos temporales en la Compañía es de siete años; los primeros votos se emiten por tres y se renuevan por dos en dos ocasiones.

En el juniorado se completa la formación espiritual y apostólica, doctrinal y a la vez práctica de las junioras, incluyendo también, cuando es oportuno, la obtención de los títulos tanto eclesiásticos como civiles, con miras al apostolado específico.